Si por peso específico y por todo lo que suscitan e implican para el fútbol universal sus protagonistas ‘El Clásico Español’ paraliza no sólo a la península ibérica sino al ‘planeta fútbol’ en general, esta versión 181 de los duelos Barcelona – Real Madrid por Liga, que se disputará este sábado 24 de octubre en el marco de la fecha 7 de la temporada 2020-2021 se ha venido cargando en los últimos días de más y más razones  para que nadie se lo quiera perder.

La cita entre los equipos más populares del mundo, los mismos que cuentan con seguidores en todos los rincones de la Tierra está pactada para iniciar a las 9:00 a.m. (COL) de la jornada sabatina en el Camp Nou de la capital de Cataluña, horario inusual pero que fue acomodado para poder captar al inmenso público asiático, ya que va a ser la primera vez que se disputará sin público en la tribunas, por lo que la trasmisión por televisión y demás plataformas cobra una enorme relevancia.

Además, más allá de ver en el terreno de juego esta rivalidad centenaria y a varios de los mejores jugadores de la actualidad -léase Lionel Messi, un ejemplo-, esta versión de ‘EL PARTIDO’ cuenta con otros ingredientes adicionales que incluso despiertan el morbo, como el inusual hecho que ambos lleguen a este compromiso en calidad de perdedores tras su última salida por el torneo ibérico, hecho que no se daba desde la fecha 22 de la temporada 1999-2000, cuando los catalanes fueron goleados 4-0 por Racing de Santander, mientras que el Madrid cayó 1-0 frente al Athletic de Bilbao.

Igualmente, es digno de destacar que mirando la tabla de posiciones ninguno de los dos figura como líder del torneo, otro hecho inusual, ya que actualmente los ‘merengues’ son terceros, a un punto del líder Real Sociedad pero con un partido menos; mientras que los ‘culés’ se refunden en la novena casilla, con dos encuentros pendientes, rendimiento que tiene con gran molestia a sus respectivas aficiones.

A todo esto se pueden sumar algunos inconvenientes entre cuerpo técnico-jugadores-directiva, que en el caso del Barcelona pasan por la medida de reducción de sueldos, desunión en la plantilla y molestia del francés Antoine Griezmann porque no es utilizado por Ronald Koeman en su puesto natural, mientras que en las huestes blancas se han oído algunas voces de dirigentes contra Zidane por haber dejado ir de la actual plantilla, que no se renovó, a jugadores que hubieran podido dar un buena mano como James Rodríguez.

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Por eso, más allá de jugarse el honor y tres puntos vitales, este “Clásico Español” tendrá en disputa una alta dosis de tranquilidad, necesaria para aquietar los amagos de crisis; una bocanada de oxígeno a los técnicos y aire en la camiseta para los jugadores, que los impulse de nuevo en la senda victoriosa a nivel local.

Para este cometido, Ronald Koeman, estratega del Barcelona, no podrá contar con la seguridad que da el arquero Ter Stegen -aún lesionado-, a quien se une el central Umtiti, pero sí con la posibilidad del lateral Jordi Alba, mientras que Lionel Messi llega al encuentro con los números más bajos de los últimos tiempos en cuanto a rendimiento por Liga. Pero si en Cataluña llueve, por la capital española no escampa y las bajas por lesión pasan por el sempiterno ‘tocado’ Eden Hazard, a quien se le amplió su incapacidad; Martin Odegaard, un mes fuera de las canchas tras volver de la fecha FIFA, y la ya conocida de Dani Carvajal en Real Madrid.

En lo que respecta a sus últimas salidas en cancha hay que decir que éstas se dieron en el plano internacional gracias a la Liga de Campeones de Europa, donde ambos se estrenaron en la versión 2020-2021 con sensaciones diametralmente opuestas.

Barcelona recibió un refrescante bálsamo tras golear 5-1 al Ferencvaros de Hungría el pasado martes, mientras que el miércoles el Real Madrid, en otra pobre actuación, fue superado en su casa por el Shakhtar Donetsk de Ucrania por 2-3, lo que le echó más sal a la herida. De ahí que como dice la popular canción salsera, “aquí no se puede empatar”, y mucho menos perder.