La mezcla de periodismo y literatura se unen en manos del periodista colombiano Gustavo Caraballo. Este joven bogotano de 35 años de edad ejerció el periodismo en varios medios de comunicación reconocidos como El Tiempo, RedMás Noticias, RTVC, Canal Capital entre otros. Realizó una maestría en Creación Literaria y de ahí nació este proyecto impulsado por la pasión que le despierta la cultura colombiana y una de sus mayores influencias para escribir; el Vallenato.
“El Vallenato es, por seguro, el género musical que más ha marcado la historia del folclor y la cultura colombiana. A través de más de un siglo, sus artistas y canciones han trascendido fronteras, mostrando al mundo entero el talento único que sus sonidos exigen y transmiten. En ese andar del género, se han dado también infinitas mutaciones y cambios, dando paso a nuevas líneas interpretativas y a nuevos sonidos que no se enmarcan en el vallenato”, afirma Caraballo.
En este libro, el escritor bogotano plasma la importancia nacional de la música de acordeón nacida en la Costa Caribe colombiana, evocando la tradición y resaltando la importancia del género vallenato a través de su raíz e historia, narrada en fragmentos y cuentos inspirados en canciones emblemáticas del vallenato de la vida real con unos toques de ficción que involucran a los grandes juglares de este género musical
“Pedazo de Acordeón y otros relatos vallenatos” es el segundo libro que escribe. El periodista afirma que cuando tenía siete años de edad, escribió un pequeño compendio llamado “Cuentos para aprender a leer”, esta fue una producción literaria escrita a la medida de la imaginación de un niño que tiene raíces paternas de la Costa Caribe.
¿Es posible que un bogotano sepa de vallenato?
Gustavo Caraballo, a pesar de ser un bogotano tiene raíces caribeñas y estas fueron el eje principal para escribir cada uno de sus cuentos llenos de nostalgia, amor y conservando la tradición de este género honrando la historia de este ritmo patrimonial con más de un siglo de leyenda musical. Caraballo afirma que los músicos reconocidos de este género como Juancho Polo Valencia, Luis Enrique Martínez, Emiliano Zuleta, Diomedes Diaz, entre otros fueron su inspiración a la hora de plasmar y contar cada cuento e historia, sin embargo el homenaje más grande que Gustavo realizó en este libro fue al juglar y acordeonero Alejandro Durán, uno de los intérpretes del vallenato más importantes de este género.
El título de este libro corresponde al himno de Alejo Durán de 1968, esa es su credencial, todo el poder y esencia de los artistas que se hicieron inmortales con sus versos y tonadas que viven en la herencia presente en los melómanos como este autor que llevan estas historias a una nueva generación. “Bogotá es una plaza clave para el vallenato. Aquí los reyes vallenatos se le han presentado a presidentes, se organizan grandes conciertos y es la ciudad donde los cantantes ratifican que ya tienen importancia a nivel nacional. El vallenato es un fenómeno nacional y no es necesario que un experto nazca en un sitio específico para que sea experto en algo”, resalta el escritor.
El día en que Rafael Escalona llegó con su séquito musical al Palacio de Nariño no se imaginó que su gestión llegara tan lejos como para hacer del vallenato el género musical representativo de todo el país, que, con un clasismo desesperante e infundado, lo rechazó por décadas para terminar adaptándolo de punta a punta.
Después del ‘padre del folclor’, como lo apodó el gran Diomedes Díaz, pasaron muchos nombres más por las altas esferas de la sociedad y de la política colombiana, elaborando un camino lleno de luces y flores para el vallenato. Ahora, en pleno siglo XXI las nuevas generaciones como Gustavo buscan resaltar la historia e importancia del vallenato en nuestra cultura. “Recordemos que Gabriel García Márquez dijo que Cien Años de Soledad era un vallenato de 300 páginas”, concluyó el escritor.