La Feria de Cali 2021, que aspira generar una reactivación económica en la ciudad del orden de 400.000 millones de pesos en seis días de fiestas y cultura, es también un motor de la economía informal, que de manera incluyente beneficia a connacionales y extranjeros dedicados al denominado “rebusque” en la Sucursal del Cielo.

“Soy de Armenia pero recorro toda Colombia vendiendo sombreros. Desde que comenzó la pandemia no había podido venderlos, pero luego de que todo se reactivó he estado ya en tres ferias, y esta de Cali es muy especial porque moviliza muchos clientes”, dice Juan Carlos Orozco, quien exhibe cerca 300 sombreros en la Calle de la Feria.

Juan Carlos, quien llegó al lugar a las 11 de la mañana del sábado, a la espera de que iniciara el Salsódromo, evento que abrió de manera oficial la Feria de Cali 2021, confía en hacerse con cerca de cuatro millones de pesos en ventas en los seis días de fiesta.

Esta es una oportunidad para reactivar y salir de deudas, ya que debo 18 millones de pesos”, explica Juan Carlos, quien agrega que llegó a la ciudad el 14 de diciembre y que desde entonces sus gastos y los de su primo, quien le ayuda en la venta de sombreros, “son tremendos”, pues sus gatos diarios suman entre 80.000 y 90.000 pesos.

“Llevo diez días acá y mi primo, quien me colabora, y yo gastamos entre 80.000 y 90.000 pesos diarios por hospedaje y alimentación, o sea que en en 10 días son 900.000 pesos, por fortuna una Feria como la de Cali da para eso y obtener ganancias”, asegura.

La jornada comenzó lenta para Juan Carlos, un hombre de unos 50 años curtido por el sol, pues a media mañana sólo había logrado vender dos de sus sombreros, pero se muestra seguro en que saldrá de la mayoría de sus existencias durante la tarde de Salsódromo.

“Los más pedidos son el sombrero aguadeño y el costeño”, explica, y agrega que cada uno de ellos cuesta 70.000 pesos. “Ese es un precio barato”, asegura, al tiempo que ofrece unos más económicos, como el de iraca, que cuesta 35.000 pesos, y el denominado estilo Uribe, “a sólo 25.000 pesos”.

Como Juan Carlos, cientos de vendedores informales más buscan hacer su “agosto” en un diciembre que recibe de nuevo la Feria de Cali como un instrumento de reactivación económica pese a los efectos generados por la pandemia de covid-19.

Según el Departamento de Economía de la Universidad Javeriana de Cali y Corfecali, la pasada Feria presencial de 2019 dejó 400.000 millones de pesos para la ciudad, cifra que se espera tener nuevamente este año, al igual que la generación de empleo para 17.000 personas, entre artistas, comerciantes y vendedores.