El 2020 será un año que el joven escalador boyacense Diego Andrés Camargo Pineda recordará para siempre como una temporada de ensueño, que le permitió consolidarse como una de las grandes estrellas del presente y futuro del ciclismo colombiano.
El corredor oriundo de la vereda El Alizal del municipio de Tuta en Boyacá, entró este domingo en la gran historia del ciclismo colombiano, como el tercer ciclista menor de 23 años, en consagrarse campeón de la Vuelta de la Juventud y la Vuelta a Colombia el mismo año, proeza que solo han logrado alcanzar sus coterráneos boyacenses; Rafael Antonio Niño en 1970 y Oliverio Rincón en 1989.
La vida ciclística del corredor del equipo Colombia Tierra de Atletas-GW Bicicletas empezó en 2015 en una carrera de ciclomontañismo celebrada en su municipio natal, donde fue avistado por su gran mentor Ricardo Mesa, quien desde ese preciso instante se enfocó en guiarlo y acompañarlo, convirtiéndose en su entrenador y ante todo su amigo y compañero de batallas.
El Alizal es una vereda ubicada a quince kilómetros del casco urbano de Tuta, municipio situado en el centro de la cantera inagotable de talentos del departamento de Boyacá. En esta localidad vino al mundo Diego Camargo el 3 de mayo de 1998, el cuarto de cinco hijos del matrimonio entre Blanca Pineda e Isidro Camargo, sus padres, con quienes vive en su humilde morada junto a su hermano menor.
Finalizando el 2015 y luego de una gran insistencia por parte de Ricardo Mesa, quien veía gran proyección en el joven escalador que exhibe un inmejorable potencial en los ejercicios de contrarreloj, Diego se vinculó al Club Evolución Tutense, donde dio sus primeros pedalazos en la temporada nacional.
Aunque sus padres no deseaban al ciclismo como su destino de vida, por cuenta de dos fuertes accidentes sufridos a finales de 2015 y principios de 2016, este último con un saldo angustioso de fractura en la cabeza del fémur, Diego se decidió a seguir siendo ciclista y con la ayuda de la alcaldía municipal y su gran mentor Ricardo Mesa, logró tener su primera bicicleta de carreras.
El corredor, de solo 22 años, que tres semanas atrás se erigió monarca de la Vuelta de la Juventud -la competencia ciclística más importante en Latinoamérica para corredores de la categoría Sub 23-, hizo su primera aparición en la Vuelta de la Juventud en 2017, donde fue séptimo en los exigentes finales en Alto en Letras y Palermo, sin previo paso por las vueltas del Futuro y el Porvenir.
Actuaciones que le representaron un lugar en el equipo Coldeportes-Zenú para las temporadas 2018 y 2019, donde consiguió importantes logros como el título de la Vuelta a Boyacá 2019, luego de brillar con luz propia en una exigente cronoescalada y mantener su liderato en la jornada final en Tunja.
Sus buenos resultados le aseguraron para el 2020 un puesto en el equipo Colombia Tierra de Atletas – GW Bicicletas, divisa que estrenó con un impresionante Top 20 en la general de la Vuelta a San Juan. El boyacense que sorprendió en la decimoquinta casilla en la contrarreloj de la carrera argentina, fue tercero en la clasificación final de los jóvenes, tras la gran estrella belga Remco Evenepoel y su coterráneo Miguel Flórez.
El Tour Colombia sería su segunda salida en el 2020 y el potente escalador de Tuta fue uno de los encargados de defender la casa con el octavo lugar en la etapa reina con final en el Alto del Verjón una meritoria undécima casilla en la general final, a pesar de haber arrancado con desventaja en la contrarreloj por equipos.
El gran ritmo con el que Diego Camargo inició la temporada 2020, se vio truncado por el periodo de confinamiento y suspensión del calendario. Posteriormente, el escalador de El Alizal se embarcó en el ??Vuelo del Deporte Colombiano??, para reactivar su temporada en el Gran Trittico Lombardo, prueba de gran dureza que no logró finalizar, previa a su participación en el Giro de Italia Sub 23, competencia en la que no encontró su mejor condición y se clasificó en la casilla 67.
Su periplo europeo concluyó con el Giro de la Toscana, la Coppa Sabatini y una casilla 32 en el GP Industria & Artigianato, previo a su regreso al país, donde no participó en las vueltas al Tolima y Antioquia, antes de dar su gran paso a la consagración en la Vuelta de la Juventud, competencia de gran trascendencia donde se han coronado estrellas como Rafael Niño, Lucho Herrera y sus paisanos Fabio Parra y Mauricio Soler.
Concluida la Vuelta de la Juventud, que ganó tras un notable desempeño en la contrarreloj y dos segundos lugares en las etapas de alta montaña, Diego retornó a su casa en Tuta para recargarse de energía, rodeado de su familia, antes de embarcarse en su segunda gran aventura, la Vuelta a Colombia, en la que brilló desde las jornadas iniciales y en el mítico Alto de La Línea, dio la estocada a sus rivales, que resultó suficiente para coronarse campeón en la capital antioqueña.
Posterior a una férrea defensa, luchado de igual a igual frente a los principales astros del pelotón nacional hasta el último día donde se erigió como el gran monarca de la camiseta naranja, Camargo finalmente se alzó con el título. El ilustre campeón ahora se alista para ser presentado en los próximos días, como refuerzo de lujo para uno de los principales equipos WorldTour del mundo en 2021.
Más allá de su fortaleza física, e inmejorables condiciones como ciclista de alta competencia, su descubridor Ricardo Mesa, exalta en Diego Camargo su gran disciplina y humildad. “Hace muy bien la crono y la subida como todos los grandes campeones, pero a diferencia de muchos grandes campeones, él es muy disciplinado, escucha los consejos y eso lo lleva a obtener lo que ha logrado. La capacidad de sufrimiento que tiene es bárbara, eso también hace parte del talento de él”.
Este domingo, “el país de los escarabajos” no solo coronó al campeón de su Vuelta a Colombia 70 años, también fue espectador de lujo de la clase, condición y proyección de un ciclista que promete grandes alegrías a la afición en las principales competencias del mundo.