La Defensoría del Pueblo, a través de la Delegada para la Protección del Derecho al Deporte, recorre las comunidades que se encuentran bajo contextos de conflicto armado en todo el territorio nacional, con el objetivo de generar apropiación de los espacios deportivos que estas poblaciones tienen a su disposición, y transformarlos en escenarios que permitan a los habitantes proyectar sus vidas y resignificar los espacios mediante el deporte.

La estrategia se denomina ‘Entornos protectores’, que tiene como primer paso el acompañamiento de un equipo de la Defensoría del Pueblo a la comunidad seleccionada donde realiza un recorrido para validar cuáles son los entornos deportivos y recreativos con los que se cuenta; luego se convoca a los habitantes para que -en conjunto- den inicio a una jornada donde las brochas, las canecas de pintura, los balones, las cintas y los rodillos, sean actores fundamentales para cambiar ese panorama grisáceo y abandonado por uno más colorido, alegre y acogedor.

El objetivo final es garantizar que los escenarios se conserven en óptimas condiciones para la práctica de actividades deportivas y recreativas y subir el primer peldaño que cambia realidades de los niños, niñas y adolescentes de estas poblaciones.

La felicidad, el agradecimiento, pero sobre todo la esperanza que dejan estas jornadas son la inspiración que usa la Defensoría del Pueblo para llegar a más poblaciones colombianas con el inmenso compromiso de transformar rostros desesperanzados, que la violencia ha dejado en los niños, niñas y adolescentes, por la alegría que genera meter un gol en equipo, todo dentro de un entorno donde priman valores como el respeto y la solidaridad.