Rurik Arango Díaz, del Líbano, Tolima, es enfermero de profesión, mide 1.56 metros de estatura y es el armador y capitán del equipo de baloncesto masculino del Tolima que disputa la fase regional de los Juegos Comunales 2021.
Con 35 años, a Arango Díaz poco y nada le importa ser el de más baja estatura en su equipo, pues lo que le falta en talla, le sobra en talento y corazón. Es ambidiestro y practica este deporte desde que tenía cinco años, cuando participó en su primer torneo en 1991. Desde entonces, ha aprendido que lo que realmente importa es tener las ganas y convencerse de que se puede ser el mejor.
“Por arriba no tengo nada que hacer, ni saltando, ni por más que me esfuerce de alguna otra manera porque no tengo el tallaje para hacerlo, pero la fortaleza de mi juego siempre ha sido por abajo, soy muy rápido y habilidoso, driblo el balón a mi manera y con mi velocidad, eso me hace ser más ágil. Los grandes no tienen nada que hacer ahí”, sentencia.
Rurik, de gran elocuencia para referirse a sus destrezas en este deporte, está en desacuerdo con que el baloncesto solo lo puedan practicar personas altas, por el contrario, asegura que todo es cuestión mental y de convencimiento.
“El baloncesto es para todos, es para quien le guste. Desde que haya disciplina, entusiasmo y pasión, siempre se puede ser uno de los buenos jugadores”, afirma.
El capitán del equipo tolimense asegura que siempre ha estado rodeado de personas buenas y respetuosas, sin embargo, entre risas también cuenta que para ganarse un espacio en los equipos de mayor nivel tuvo que esmerarse un poco más.
“Me tocaba esforzarme como un berraco porque nadie me iba a meter, decían: no, es que lo tumbamos, es que le pegamos, pero yo respondía: ¿cuáles? Yo puedo, yo soy fuerte. Me tocaba triplicarme para dar mi mejor versión porque yo qué iba a seguir jugando con los chiquitos. Es que así yo sea pequeño, ¿por qué me la voy a dejar montar? No, yo soy bueno y me lo creo”, expresa.
Rurik dice que siempre ha contado con el apoyo de su familia y amigos, lo que ha sido importante para él como deportista: “En casa siempre hemos tenido la confianza para que cada uno explote su mejor talento, mi mamá y mi hermana, por ejemplo, me mandan zapatillas, petos, etc. Me apoyan demasiado, desde siempre”.
Y es que hoy, siendo uno de los inamovibles de su equipo, revalida todo lo que la experiencia en el baloncesto le ha dado a través de los años, es un jugador de un gran despliegue físico, trabaja en equipo y exhibe talento, razón por la cual comanda la escuadra tolimense.
“Este nivel también se da por la calidad de persona que uno es. La gente va reconociendo que uno es un buen elemento en la cancha, pero es un respeto que se ha ganado durante muchos años”, concluye.
Rurik Arango Díaz es uno de los talentosos deportistas que llegaron a los Juegos Comunales 2021 con el deseo de lograr un cupo a la final de las justas, pero también es una de las personas que les hacen honor a los valores del deporte social comunitario en Colombia.