Hablar de  Esperanza Gómez es referirse sin duda a una de las más importantes actrices de la industria pornográfica y la colombiana de mejor trayectoria en el mundo del entretenimiento para adultos.

La actriz y modelo fue considerada en su momento como una de las mejores pagas en el continente gracias a su participación en múltiples producciones para adultos en los Estados Unidos.

Esta caldense, de 40 años, inició su carrera en el cine para adultos en el año 2008 y con el paso del tiempo se consolidó como una de las preferidas en la industria.

La ciudad de Cali se convirtió en el hogar adoptivo de Esperanza desde muy joven. La Sultana del Valle le abrió las puertas siendo una adolescente soñadora y ella está eternamente agradecida por las oportunidades que le ha brindado esta tierra desde el primer día que llegó, cuando tenía tan solo 16 años.

Aunque ahora vive en Miami, la estrella internacional no olvida a Cali y por ello visita periódicamente la capital del Valle, ciudad donde ha echado raíces no solo en su carrera personal, sino profesional y hasta sentimental.

La actriz aceptó la invitación de Zona de Impacto para hablar de su vida en la capital del Valle, de violencia de género y de la crisis en la industria porno por culpa del coronavirus.

En esta primera entrega periodística, la atractiva modelo y actriz recuerda cómo fueron esos primeros años cuando llega a vivir a la ‘Sucursal del Cielo’, buscando mejores horizontes sin saber que años más tarde se convertiría en una de las mujeres más famosas de Colombia y a nivel internacional.

¿Qué representa Santiago de Cali en su vida?

La verdad es que para mi, Cali es una ciudad que la abre las puertas a cualquier persona, de cualquier departamento y sin juzgarlo a uno. En el caso mio, yo no soy caleña, soy de Caldas y me abrieron las puertas sin problemas. La gente es alegre, divertida, amable, muy diferente a lo que pasa en otros lugares del país que cuando se dan cuenta que uno no es de allí, le hacen la vida imposible.  Yo todo lo que tengo se lo debo a Cali porque allí encontré a mi marido, tengo a mis mejores amigos, compré mi casa y me realicé como profesional.

¿Intentó vivir en otra ciudad del país?

Yo primero llegué a vivir a Bogotá, tuve una muy mala experiencia allá, quería salir corriendo. No me gustaba el clima, no me gustaba lo grande, no me gustaba el tráfico, en cambio cuando llegué a Cali, me encantó el clima, me encantó la actitud de la gente y por tener familia en Cali, pues fue todo más fácil que en Bogotá.

¿Recuerda que hacía en esos primeros años en Cali?

Llegué a terminar el bachillerato, estudié en el barrio Centenario en un colegio que se llamaba Instituto El Triangulo, allí terminé mi bachillerato en la modalidad de acelerado. Como a los cuatro meses de estar en Cali, una de mis hermanas me matriculó en una academia de modelaje y a los cuatro meses después comencé a ser modelo en un programa que se llamaba Alta Tensión de Telepacífico. Entré en Cali al mundo del modelaje a los 17 años, me empezó a ir muy bien. Comencé a laborar con la agencia de modelos de Fernando Sanclemente, que era la mejor en esa época.

¿Dónde vivió en la capital del Valle?

Cuando llegamos con mi hermana nos fuimos a vivir al barrio Vipasa, luego me mudé con mi otra hermana con la que estudiaba, alquilamos una casa y nos fuimos a vivir al barrio Brisas de los Álamos. Y con el paso de los años compré apartamento en La Flora, y desde en ese entonces me quedé en ese sector de Cali.

¿Salía a rumbear en Cali?

La verdad yo no soy una persona rumbera, cuando la gente me veía en una discoteca era porque tenía algún evento, pero terminaba y me iba para mi casa, tanto que en esa época tuve un novio que me cuidaba demasiado, me acompañaba siempre, me esperaba a que terminara mis eventos y nos íbamos los dos juntos de la discoteca. Muy pocas veces salía a rumbear y cuando lo hacía era acompañada con mi exnovio y luego con mi actual marido.

¿Encontró el amor en Cali?

Sí, es un caleño muy loquito (risas).

¿Qué otros sitios frecuentaba?

Salía a los restaurantes que quedaban cerca del Centro Comercial La Pasarela, después se mudaron al sector del barrio Granada, allí iba también. El nombre de la discoteca que más recuerdo a donde íbamos era Bahiao. A Pance fui una sola vez con mi familia a hacer un asado con mis hermanas, pero nos ofrecieron fue cuchillo..(risas). Lo que pasó es que mis hermanas son muy bonitas y en ese sitio habían dos mujeres, una de ellas se puso celosa porque sus parejas comenzaron a mirar a mis hermanas y una de ellas se enojó, nos sacó un cuchillo y nos tocó que salir corriendo (risas..).

 

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Gracias @pornhub por todo y a todos mis lindos seguidores les deseo una excelente semana… fancentro.com/esperanzagomez

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¿Ha cambiado mucho Cali?

La verdad es que la ciudad tiene como sus temporadas. Lo que definitivamente le cambió la cara a Cali fue la construcción del sistema de transporte masivo MIO, eso le dio un giro total. Cuando estuvo por primera vez Jorge Iván Ospina en la Alcaldía de Cali, transformó la cara de la ciudad, pero cuando se fue creo yo que decayó en muchos aspectos.

¿Cómo ha visto el desarrollo de la ciudad en los últimos años?

La he visto como quedada. Hay muchos edificios y construcciones que han aumentado pero en el sector de movilidad estamos atrasados,  el tráfico es pesado. Los trancones son cada vez más horribles. Recuerdo que uno recorría la ciudad de sur a norte y no se demoraba nada. Ahora en trayectos cortos uno se demora mucho tiempo. La movilidad en Cali se volvió insoportable y los gobernantes no hacen nada para construir y mejorar las vías de la ciudad.

¿Llegó a montar en el MIO?

Nunca he montado en el MIO pero cuando llegué a vivir a Cali si me transportaba en bus para ir al colegio. Recuerdo que abordaba una ruta que pasaba por la avenida 3 norte de una empresa de transporte que se llamaba Papagayo, de los buses viejitos.

Si estuviera en sus manos cambiar algo para mejorar a Cali, ¿qué haría?

Definitivamente le metería mano a lo que es la infraestructura vial, es uno de los aspectos más atrasados que tiene la ciudad.

 

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#tbt en Francia

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Usted hizo empresa en Cali, ¿cómo le ha ido?

Afortunadamente conocí a la gente de AJ Estudios y me ofrecieron asociarme con ellos para crear mi empresa de modelos webcam. Ya llevamos varios años con este proyecto, muy contenta, el apoyo de las chicas caleñas ha sido fundamental porque son descomplicadas y menos recatadas, y sin doble moral comparadas con mujeres de otras ciudades. Fue más fácil arrancar en Cali comparado con otras ciudades como Medellín o Pereira, donde la mayoría de esas chicas son prostitutas pero no lo aceptan y con el modelaje webcam es bien difícil.

¿Que Cali sea considerada una ciudad de mujeres bonitas sirvió para impulsar su empresa?

La belleza en el modelaje webcam a veces es lo que menos importa. Hay mujeres que son bellas físicamente pero no venden, es de aptitud. El modelaje webcam es normalmente consumido por europeos y ellos están acostumbrados a ver mujeres delgadas, rubias, de ojos claros y para ellos no es exótico, en ocasiones buscan es lo exótico y no la más bonita. También hay hombres que pretenden mujeres lindas y en eso Cali se destaca porque tiene la materia prima, ya que son voluptuosas, espontáneas, con mucha alegría, divertidas y eso vende bastante; no solo basta que sean seductoras con la parte sexual sino que a veces esos hombres buscan y pagan por interactuar para hablar con una amiga, charlar o poder reírse. Ser caleña tiene esa ventaja, son muy extrovertidas.

¿Siente que Cali es una ciudad muy alegre?

Al principio cuando llegué a Cali si lo sentí de esa manera. La gente de esa ciudad se muestra siempre muy alegre y eso fue en parte lo que me gustó para quedarme viviendo allí.

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¿Aprendió a bailar salsa?

No soy la mejor salsera pero sí me defiendo porque tomé clases en la academia de baile Rucafe en Cali.

¿Cuando estaba en Cali iba a comer cholao?

A mi marido le encanta el cholao. Con él íbamos allí al sector de las canchas Panamericanas.

¿Llegó a ir al estadio a ver un partido del América o del Cali?

Nunca me he sentado en un estadio a ver un partido. No me gusta el fútbol, tampoco me gustan los sitios con muchas aglomeraciones de personas. Es contradictorio porque me toca modelar para eventos con mucha gente en masa, pero no me gusta ir como espectadora a sitios donde se reúne mucha gente.

 

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Dando un paseo por las calles de Miami con mi linda lila… Les mando muchos besos y les deseo una linda noche…

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Por ser una figura reconocida, ¿los caleños en la calle le piden muchas fotos o autógrafos?

La verdad es que hay días fáciles porque uno está de buena actitud, pero hay otros días que no son tan buenos porque como todo ser humano uno amanece con la nota bajita, triste  y sin saber el por qué. En muchos momentos que iba de compras con mi pareja aparecía una persona para tomarse una foto y cuando menos pensaba tenía una línea de 30 o 60 personas detrás de mi y nunca terminaba de realizar las compras porque no me dejaban y llega el momento en que se vuelve difícil.

Cuando está en Cali, ¿cómo hace para tener algo de privacidad?

Cuando estoy en la ciudad y salgo a la calle trato de caminar muy rápido. Ahora último he optado por salir más bien pocas veces.

¿Hace cuánto no viene a la capital del Valle?

Voy cada dos o tres meses para estar pendiente de la empresa de modelos webcam. Cuando voy, trato de quedarme varios días.

¿Sigue teniendo familia en Cali?

Mi marido de Colombia vive en Cali, él está radicado allí y no cambia su ciudad por nada del mundo. Además tengo dos hermanas que viven también en Cali, una de ellas es radióloga y la otra es instrumentadora quirúrgica. Les gusta el sector de la salud y laboran en la ciudad.

 

* Espere en la segunda entrega, una charla con Esperanza Gómez hablando de violencia de género, un drama que azota a las mujeres y que ella lo padeció en carne propia siendo muy joven.