En su noche de gala del tercer día del Festival Petronio Álvarez, los asistentes fueron testigos de los “Recuerdos cantados”, un ritual de sanación donde se rindió homenaje a la vida, a la muerte y al pacífico colombiano.
El show que estuvo a cargo de las cantaoras del pacífico residentes en la ciudad, puso a vibrar el alma y el espíritu de la ciudadela, a través de los “alabaos”, que cataron para sanar el corazón, las heridas, por la memoria de los cinco niños de Llano Verde, Junior Jein, por las personas que han muerto durante los días de pandemia y la protesta social.
Así lo resaltó Ana Copete, organizadora del festival, “estoy absolutamente conmovida, acabamos de ver la apuesta en escena donde quisimos rendirle homenaje a las vidas que hemos perdido, especialmente a estos cinco chicos que estamos todavía conmovidos por lo que ha sucedido. Pero no solamente ellos, sino también los muertos que han sucedido a causa de la pandemia, el estallido social. También queremos rendirle un homenaje a lo que está pasando en el pacífico y en el festival queremos decir que no estamos indiferentes a esa realidad. Por ello trajimos a las cantaoras de los ritos prontuarios del pacífico, de la Casa del Chontaduro, del oriente para que nos conmoviera y nos ayudara a conectar con esa realidad que sucede ya que es importante que desde la plataforma del festival, también se haga una denuncia de lo que está pasando en el pacífico y lo que está pasando con la migración pacífico en Cali”.
Con la puesta en escena de ¿Quién los mató?, interpretada de por Nidia Góngora y Hendrix B, acompañados de velas, globos y jóvenes elevando cometas, pusieron los sentimientos del público a flor de piel. “Me siento muy feliz de estar aquí en el Petronio, era para nosotros un sueño, algo que queríamos realizarlo. La presentación de esta noche tuvo muchos sentimientos encontrados, en estas fechas es importante recordar a estos seres queridos y a los amigos que han caído a lo largo de los años, porque creo que un país sin memoria está condenado a repetirlo”, aseguró el cantante.
Es que en sus 25 años, este festival busca recordarle al mundo, porque es una tradición que inspira, que salvaguarda el legado cultural y promueve un encuentro de hermandad que después de unos años de pandemia, fue escenario de re encuentro al ritmo de la chirimía, la marimba, los tambores y demás instrumentos insignias del litoral.
Para la maestra Cristina Mosquera González, “la noche es importante porque somos sobrevivientes de lo que es la pandemia, y sobre todo volvernos a encontrar, a re encontrarnos con los amigos, con la cultura, con los ancestros, es importante para nuestra etnia, para nuestro pacífico, para la hermandad y para la ancestralidad”.
La noche también contó con la participación de las agrupaciones ganadoras de este espacio en el 2019, quienes fueron los encargados de subir el espíritu de alegría, y de poner a bailar a los asistentes. Además de un ensamble con los artistas residentes en Cali, que han mantenido la herencia cultural los cuales interpretaron las canciones tradicionales del pacífico para cerrar la noche.