Cargado de ilusión y convencido de seguir escalando hacia la élite del tenis mundial, Nicolás Mejía ya tiene puesto el chip de la temporada 2021. El colombiano dejó atrás las dificultades provocadas por la extensa suspensión que marcó el 2020 en el circuito mundial, y ya recuperado de las molestias que le impidieron competir en la recta final del año anterior, tendrá la oportunidad de compartir con grandes jugadores y entrenadores para seguir afianzándose como una de las figuras del tenis suramericano a mediano plazo.
El integrante del Equipo Colsanitas concedió desde la Academia Rafael Nadal, donde adelanta pre-temporada, una entrevista en la cual realiza un balance de la temporada 2020, sus proyecciones para el año que recién empieza y varios temas más.
¿Cómo califica el 2020, año marcado por la pandemia?
Fue un año muy diferente a cualquier otro, sin lugar a duda. Pasé mucho más tiempo en casa de lo habitual, pero no puedo decir que fue malo, porque tuve la fortuna de mantenerme activo jugando diferentes torneos no oficiales y también pude hacer cosas que normalmente no puedo hacer por estar viajando en el circuito. Quedé con un sabor amargo por no competir en los últimos torneos del año por la lesión de mi tobillo, pero es lo que es y ahora tengo mucha ilusión de seguir mejorando para tener un gran 2021.
Si tuvo algún momento difícil, ¿Cuál fue?
Sí, claro. Cuando sufrí un esguince de tobillo antes de viajar al Challenger de Lima. Fue una lástima, porque iba tener la posibilidad de terminar jugando varios torneos entre Suramérica y República Dominicana, pero bueno, todo pasa por algo y ahora estoy enfocado en mi pretemporada acá en España.
¿Qué lo llevó a tomar esa decisión de hacer la pretemporada en Mallorca?
Debido a la pandemia, la academia IMG está cerrada indefinidamente, así que con mi equipo empezamos a buscar lugares donde pudiera contar con un gran grupo de entrenamiento y una buena estructura, y claramente la academia de Nadal es de las mejores del mundo. Estoy muy agradecido con ellos por haberme abierto las puertas.
A propósito de trabajar con los mejores de su categoría, muchos jugadores jóvenes han empezado a mostrar resultados en grandes torneos. ¿Esto lo motiva o lo presiona?
Me alegro por cada uno de ellos, pienso que las nuevas generaciones vienen con mucha fuerza y eso está muy bien. A mí eso me llena de convicción, me ayuda a creer que puedo conseguir resultados similares muy pronto. Lastimosamente no competí tanto como la mayoría de ellos durante esta temporada, pero cada vez soy más consciente que la carrera de un tenista no es un sprint, sino una maratón, una muy larga. Por fortuna tengo 15 o 16 años más de tenis y sé muy bien que el tiempo hay que aprovecharlo al máximo. Por eso me preparo a consciencia con un equipo de trabajo espectacular y sé que vamos a llegar muy lejos y nos vamos a mantener arriba.
¿En qué cambió el Nicolás de 2019 al del 2020?
Soy el mismo Nicolás que tiene la ilusión de un niño chiquito de trabajar y alcanzar sus sueños con perseverancia y pasión y esto nunca cambiará. Me conozco mejor todos los días, procuro aprender de mí y de la gente que está a mi alrededor siempre, y eso me permite seguir creciendo como persona.
¿Qué expectativas tiene Nicolás para la temporada 2021?
Mi expectativa más grande para el 2021 es poder competir constantemente y que no haya nuevamente un parón tan extenso en el circuito, como pasó en el 2020. En cuanto al ranking, la verdad que no me preocupa y no me pongo metas específicas, porque sé que vendrá como consecuencia del trabajo diario y de mi perseverancia, que siempre ha sido lo que me ha permitido mejorar junto a mi gran equipo de trabajo.