El futuro inmediato del Atlético Huila podría escribirse lejos de Neiva. Tras la inhabilitación del estadio Guillermo Plazas Alcid por fallas estructurales que representan un alto riesgo para jugadores, hinchas y personal operativo, el club presentó ante la Dimayor una solicitud formal para trasladar su sede al municipio de Yumbo, Valle del Cauca, a partir de la temporada 2026.
La movida, que se analiza como una de las más drásticas en el fútbol profesional colombiano reciente, abriría la puerta al nacimiento de un nuevo proyecto deportivo: una especie de “Independiente del Valle… del Cauca”, como ya lo especulan hinchas y analistas debido a los vínculos empresariales entre el club huilense y el grupo propietario del equipo ecuatoriano.
La decisión se sustenta en lo que la dirigencia calificó como una crisis “operativa y financiera insostenible”, producto de la imposibilidad de garantizar un escenario adecuado en Neiva para la competencia profesional. Sin embargo, el eventual cambio no solo implica un traslado geográfico: por requerimiento del municipio de Yumbo, el equipo no podría seguir compitiendo bajo el nombre Atlético Huila, lo que supondría un giro total en su identidad institucional, con nuevo escudo, colores y denominación.
Aunque para muchos aficionados el anuncio representa un golpe histórico —pues significaría la desaparición de uno de los clubes tradicionales de la región—, el proyecto en Yumbo no se construiría desde cero. El municipio ya ha sido sede de equipos profesionales como Cortuluá, que jugó allí durante la reconstrucción del estadio Doce de Octubre, y Orsomarso, que utilizó el escenario para varios compromisos del Torneo. Esta experiencia previa, sumada a que el estadio municipal, aunque pequeño, cuenta con tribunas en buen estado, una gramilla cuidada y un sistema de iluminación óptimo para competencias televisadas, lo convierte en una opción viable para recibir fútbol profesional de manera inmediata.
Mientras la Dimayor estudia la solicitud, crece la expectativa alrededor de lo que podría ser un nuevo actor en el balompié vallecaucano, respaldado por un modelo de gestión que ha dado resultados en Ecuador. Si el traslado se aprueba, Yumbo podría convertirse en casa de un proyecto ambicioso que buscaría consolidarse en la B y escalar hacia la élite del fútbol colombiano.
Por ahora, el balón está en manos de la Dimayor. Y la pregunta que muchos se hacen es inevitable: ¿estamos ante el nacimiento del Independiente del Valle… del Cauca?