En la bicentenaria Palmira, el emblemático Festival de las Artes, las Culturas y los Saberes ‘Ricardo Nieto’, se consolida como una tradición viva que impulsa la diversidad artística en el Municipio.

La puesta en escena de esta trigésima edición, también se hizo en un formato al aire libre, haciendo que el bulevar de la cultura se ilumine de creatividad con un evento, gratuito y abierto a toda la comunidad. La misma que durante 30 años ha consolidado su lugar como la más importante expresión de la “cultura culta” y la cultura popular en Palmira, la bicentenaria ciudad que lo acoge, convirtiéndolo en una tradición viva que impulsa la diversidad artística.

El Festival arrancó con un concierto inaugural que reunió a varios de los músicos más representativos del Valle del Cauca, quienes interpretaron una rica variedad de música colombiana. Este evento especial puso en valor las tradiciones sonoras que reflejan nuestras raíces, destacando la riqueza cultural del país.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la presentación de los hermanos Calero, músicos con profundas raíces palmiranas, quienes participaron en su noveno encuentro musical. Su actuación no solo fue un homenaje a la ciudad, sino también a la tradición musical que han llevado de generación en generación, convirtiéndose en una de las familias más influyentes en la escena cultural local. A través de los años, los hermanos Calero han sabido transmitir a las nuevas generaciones el legado musical de sus ancestros, manteniendo viva la esencia del folclor y el amor por la música colombiana.

En el escenario también se presentó la Estudiantina del Valle del Rio Cauca, una organización regional que forma parte de una estrategia para resaltar y preservar una expresión musical centenaria. Las estudiantinas, compuestas por instrumentos como la bandolaby el tiple, evocaron una atmósfera de tradición, demostrando el poder de la música como medio para unir generaciones y comunidades. Su participación es un recordatorio de la importancia de esta tradición y también un homenaje a la identidad regional.

Otro de los momentos destacados del evento fue la actuación del grupo Bandola, una agrupación colombiana con 42 años de trayectoria, originaria del Municipio de Sevilla, Valle. Su música contagió de alegría a los asistentes, poniendo a bailar al público con su inconfundible estilo y demostrando que la música de cuerdas tiene un lugar especial en el corazón de los colombianos. Bandola, con su larga trayectoria, sigue siendo un símbolo de la riqueza musical que celebra la diversidad cultural y el poder de las expresiones tradicionales.

El primer día del Festival de Artes Ricardo Nieto fue una verdadera fiesta de arte y cultura. Allí, las raíces colombianas resonaron con fuerza, consolidando este evento como un espacio para que el talento local y regional brille con luz propia. Con más actividades por venir, este festival sigue siendo un referente clave para la celebración de nuestra herencia artística y musical.